27 de noviembre de 2009

Memorias y Esperanza


En este libro Mario Benedetti lanza un certero mensaje a los jóvenes: la necesidad de luchar, de no dejarse vencer por el tedio o el derrotismo y mantener los sueños y la esperanza. ¿Qué puede decirle un poeta octogenario a los jóvenes? ¿Qué sugerencias e ideas puede aportar un hombre de letras a las generaciones que hoy se abren camino en un mundo complejo y paradójico? Mario Benedetti habla en este certero mensaje a los jóvenes de la necesidad de luchar contra el conformismo, el consumismo y el capitalista que trata de imponerse globalizadoramente en todo el planeta. Y también de la necesidad de preservar la rebeldía, el idealismo, la vitalidad, las ganas de vivir y de cambiar el mundo. De, en definitiva, no dejarse vencer por el tedio o el derrotismo y mantener los sueños y la esperanza.

Se puede vivir un exilio dentro de una sociedad?



Un exilio no es sólo irse a otro país por obligación, en la actualidad vivimos un exilio en la misma sociedad en la que nos encontramos, por ejemplo como vemos en la fotografia esa personas que se encunetran ahí son "exiliadas" por las personas de la sociedad en la que viven.

Este es un problema social que se da porque la sociedad no les acepta, o esa personas no se sienten aceptados, por las condiciones de vida, la religión, el color de la piel y más que todo la forma de pensar; dentro de la sociedad actual los políticos o las personas que tienen el poder quieren que pensemos igual para poder controlarnos, pero cuando no logran sus objetivos exilian a las personas que son diferentes para que no "contagien" a las demás.

Pero no vayamos tan lejos, el exilio también puede darse dentro de las personas de una misma familia, dentro de los campañeros de una aula de clases; esto ultimo es muy común que suceda en las escuelas, pero por qué sucede este tipo de problemas con los niños?


http://www.youtube.com/watch?v=43cL0lY-GbM

Primavera con una esquina rota


En 1973 Mario Benedetti partió a un exilio de 12 años por Argentina, Perú, Cuba y España. En esa travesía escribió una serie de versos retratados, en gran parte, en este libro, donde se vislumbra claramente un dolor nostálgico encargado de recordarles al autor y al lector que “el olvido está lleno de memoria”

El olvido está lleno de la memoria:

De un barrio, de una novia, de la madre, el padre, el hijo, el hermano, el amigo, la escuela, la primavera, el anochecer, la marea, el balcón, la vianda, los libros, el olor a bienvenida...
Esos olvidos que se llevan en la memoria, o esa memoria escondida en el olvido, Benedetti la retrata diciendo: Cada vez que nos dan clases de amnesia como si nunca hubieran existido los combustibles ojos del alma”

Sus versos encarnan la desdicha de la lejanía, del tiempo que quema los instantes posibles, pero para él, muy distantes. Finalmente el olvido pasa a ser un acto voluntario del hombre, en rigor, como dice él: “No olvidadizos, sino olvidaderos”.

El verso libre del poeta logra capturar al lector en un viaje prosaico capaz de hacerlo sentir aquella nostalgia que no tiene, e incluso el sinsabor de un recuerdo que no alberga.
Entre poemas habla de muchos y variados temas, se desenvuelve en mucho más que en la memoria, pero dejará a la intemperie el dolor, la calumnia de la ausencia, el arrebato de la melancolía, el disparo de los recuerdos que no están dispuestos a quedar guardados en el olvido

26 de noviembre de 2009

El olvido esta lleno de memoria


El olvido es la lucha contra la intención de hacer que el pasado quede atrás, una desafortunada aventura o un lastre para el progreso. El pasado es por lo cual está el presente y sus posibilidades, por eso hay que adueñarse del ahora, porque el dueño del presente lo es del pasado también...

El pasado es imposible de borrar y olvidar porque las cosas vividas jamás se olvidan con el pasar de los años; lo sucedido sólo se puede superar, pero esto no quiere decir que se va a quitar de la memoria, ya que las experiencias vividas nos ayudan de cierta forma a que las acciones del pasado sirvan en el futuro y es por eso que la memoria es una parte crucial del proceso de aprendizaje, sin ella, las experiencias se perderían y las personas no podríamos beneficiarnos de la experiencia pasadas.

Es así como vamos a recordar todo lo que nos va sucediendo a lo largo de nuestra vida como por ejemplo cuando aprendimos a montar bicicleta; que por cierto creo que es algo que todos recordamos.
Los años van pasando tan rápido que casi no nos damos cuenta y ya somos jóvenes tenemos amigos, pero de pronto por ahí hay alguien que nos gusta, se produce el primer beso como olvidar ese momento lleno de magia, en el que se mezclan todo tipo de emociones.
Pero lastimosamente existen los desengaños y pienso que eso es lo que más recordamos por la tristeza que no invade cuando esto sucede. Todos los momentos trascendentales de nuestra vida se quedan grabados en nuestra memoria. Eso por eso que cuando recordamos algo es volver a vivir, todo depende del sentimiento que esto implique.

El olvido no puede ser total porque siempre va haber un sentimiento que traiga a nuestra memoria ese recuerdo por más duro que sea, y sólo podemos superar lo pasado pero olvidar nunca. Superar el pasado quiere decir que ya no estamos traumados con lo que ha pasado y logramos vivir aprendiendo de los errores y también de las cosas que hacemos bien.

Y es de esta forma es como el ser humano llega a una felicidad que depende mucho de los intereses personales de cada quien.


http://www.youtube.com/watch?v=-EVVEtO5WGA

13 de noviembre de 2009

Las Soledades de Babel




La moral, significan un vaivén de influencia que se resume en un eterno principio. “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan. "

Así, el respeto de la propia persona obliga al respeto para el prójimo. El respeto a la propia familia obliga al respeto de los lazos familiares entre los demás. Es así como esto se convierte en un círculo vicioso y todo lo que hemos hecho bueno o malo vuelve a nosotros de una u otra forma. Tenemos un sinfín de cosas que se deben respetar como también el respeto al propio país lleva al respeto para los demás países. Y todo ello se suma en el respeto general de la sociedad humana.

Estos respetos conducen de la mano a lo que podemos llamar el respeto a la especie humana: amor a sus adelantos ya conquistados, amor a sus tradiciones y esperanzas de mejoramiento. Las tradiciones no deben confundirse con las meras cosas ya sucedidas, pues también suceden cosas malas. La moral enseña a distinguir las buenas: sólo éstas constituyen tradición respetable.

Las esperanzas de mejora humana no deben confundirse con las quimeras. Y aquí no es el criterio moral, sino la inteligencia y la cultura las que nos ayudan a distinguir. Esperar que al hombre le nazcan alas es absurdo. Pero ayudar al descubrimiento de la aviación o tener confianza en la ciencia que lo procuraba fue perfectamente legítimo.

Ahora bien, si consideramos a la especie humana en conjunto, vemos que ella se caracteriza por el trabajo encaminado hacia la superación. El animal sólo trabaja para conservarse. El hombre, para conservarse y superarse. Nunca se conforma el hombre con lo que ya encuentra. Siempre añade algo, fruto de su esfuerzo.

El respeto a nuestra especie se confunde casi con el respeto al trabajo humano. Las buenas obras del hombre deben ser objeto de respeto para todos ellos. Romper un vidrio por el gusto de hacerlo, destrozar un jardín, pintarrajear las paredes, dañar una señal o un teléfono público, quitarle un tornillo a una máquina, todos éstos son actos verdaderamente inmorales. Descubren, en quien los hace, un fondo de inconsciencia, un desprecio a los bienes de la comunidad y una falta de imaginación que le impide recordar todo el esfuerzo acumulado detrás de cada obra humana.

Hay ciudades en que se acostumbra separar los desperdicios de la vida doméstica, que llamamos genéricamente basura, para facilitar su recolección y su reaprovechamiento: papeles, vidrios, plásticos, maderas y desechos de la comida. Hacerlo en una manera de respeto al trabajo humano. Y el desperdicio y el despilfarro son también una inmoralidad.

Las Soledades de Babel



Mario Benedetti es el autor de táctica y estrategia. Este poeta, novelista y periodista uruguayo se ha caracterizado por su postura crítica frente a la sociedad y a la vida. Dice en cuanto al amor que es una “programación solidaria de la existencia”, lo que representa la gran importancia que tiene el amor en la vida de cada persona, y la historia la usa como explicaciones morales. Este personaje ha escrito numerables poemas, narraciones, ensayos y obras de teatro con los temas recién nombrados. Las composiciones de Benedetti se caracterizan por tener una tendencia de poesía española y tener influencias del realismo. Él separa en el amor entre el erotismo y la solidaridad.

El tema principal para la crítica de este libro es “El amor como programación solidaria de la existencia y la historia como experiencia moral.”

El amor de pareja


INTRODUCCIÓN

El amor de pareja ha sido un tema muy recurrente durante la existencia del hombre y ha formado parte, a veces muy importante, de muchas obras cinematográficas y literarias

Para poder comprender el “Amor de pareja”, primero es necesario saber el significado de las palabras que conforman el concepto.

Según la Real Academia Española el amor es el sentimiento que mueve a desear que la amada, otra persona, alcanza lo que se juzga a su bien, a procurar que ese deseo se cumpla y a gozar como bien propio el hecho de saberlo cumplido. En el diccionario Larousse se define como un sentimiento que inclina el ánimo hacia lo que le place, sentimiento apasionado hacia una persona de otro sexo.

La Real Academia Española señala que la pareja es el conjunto de dos personas, animales o cosas que tienen entre sí alguna correlación o semejanza, y especialmente la formada por el hombre y la mujer.

El amor de pareja se podría definir como el sentimiento que une a dos personas que se aman de igual a igual, que desean el bienestar del otro y es el medio por el cual alguien puede expresar abiertamente lo que siente y piensa.
Puede ser que una persona no quiera aceptar el amor, sin embargo, nunca va a poder escapar de él, ya que en el momento en que aparece, comienza a ser parte de su vida. Sin amor no se puede vivir una vida plena.

Cada hombre enfrenta la vida de forma diferente y lo expresa a través del amor de pareja. Esto demuestra que la forma de amar de cada ser humano refleja la forma intima de ser y de vivir.

La pareja en estos momentos en nuestra cultura es un camino de sufrimiento y también de conocimiento. Lo importante es que no sólo haga de espejo de nuestra imagen sino también que nos devuelva una referencia de como vivimos nuestro mundo emocional, que nos ayude a reconocer el vínculo que nos alimenta, a valorarlo, a confiar en la emoción y en su parte temida, el dolor. Debemos apostar por el sentir, sabiendo que cada vez somos más complejos y más vulnerables. Nuestros umbrales de dolor cada vez están más malcriados, pero depende de nosotros apostar por lo que realmente nos llena, por las raíces, por dar estabilidad al árbol.

La pareja llena una necesidad. Para nuestros egos tan aislados el refugio amoroso del vínculo es agua bendita. Pero cuando trozos de nuestras fronteras se confunden con el otro, se friccionan, se empujan, se limitan, empiezan las patologías conyugales. Hay parejas que funcionan como si fueran una sóla persona, donde no se reconocen a través del otro sino que se pierden en el otro. También están las parejas enquistadas en luchas de poder, porque se están defendiendo constantemente de la invasión afectiva, como si el otro quisiera neutralizar su individualidad. Otras veces la lucha es puramente un intento de apuntalar los propios puntos de vista en el seno de la pareja dejando lo afectivo escondido dentro de cada uno.

Compaginado este compendio de necesidades del corazón con las necesidades del sistema cortical de satisfacer el ego, es donde pueden desarrollarse parejas equilibradas, las personas que a través del amor al otro se cuidan a sí mismas, las personas que reconocen su propia fragilidad y valoran la presencia del otro, las personas que reconocen que las demandas de su ego no son las mejores para el bien común, son personas con más posibilidades de que se estabilicen en una relación.

El individualismo en la cultura ha creado una construcción que llamamos ego, que tiende a su propia satisfacción y no reconoce las necesidades profundas y emocionales de la persona y por lo tanto tampoco reconoce la comunicación límbica como soporte de una relación de pareja. Por otro lado también tenemos las dificultades propias de cada persona de amar y ser amados según hayan sido sus experiencias tempranas, con el agravante de que en nuestra sociedad el dominio de individualismo ha mermado la presencia y la capacidad de amar de los padres con lo que las nuevas generaciones se están desarrollando con un sistema límbico mal regulado y que buscarán pareja con la misma resonancia a la que se acostumbraron.

El ego siempre ha querido conquistar el espacio mientras sus hijos lloraban, y cuanto más llanto más lejos se quiere ir. El mejor antídoto que se conoce para el ego es la humildad